El consejo del mes: ¡Gafas polarizadas everywhere!
Ya estamos en Febrero, mes de frío, lluvia y bufandas. Menos mal que ya no queda nada para Semana Santa y para el buen tiempo, aunque en Euskadi tropical (también conocido como “Mordor”) tengamos algunos días de suerte con resolillo ¡y mis ojos lo notan! Por eso he decidido que voy a usar gafas polarizadas en la playa (sí, soy de esas que sigue yendo a ver el mar aunque haya 4 grados de temperatura ambiente), en el monte y en la ciudad. Y diréis, ¿por qué? Pues os cuento…

Para empezar, he de confesaros algo: nunca en mi vida había usado gafas polarizadas hasta que empecé hace unos meses… ¡ahora no puedo ni quiero salir a la calle sin lentes que no reflejen!

Y no estoy intentando convenceros, ¡simplemente os animo a probarlas! Son como el resto de las gafas de sol, pero con supervisión. Vale, esto ha sonado muy a Superman, pero hablo en serio cuando os digo que hay una notable diferencia, por ejemplo, distinguiréis cada color de un modo más natural, apenas se te cansarán los ojos y verás las pantallas (del móvil, GPS, etc.) mucho más nítidas. ¡Y encima irás genial en cada ocasión!
Respecto a los looks, os diré la verdad: no soy de combinar gafas con ropa; me da igual ponerme unas gafas marrones si voy vestida de negro o unas azules con camiseta amarilla. ¡Y es tan fácil con estas gafas de sol! Los tres modelos de gafas polarizadas que tengo son muy distintos y pegan con todo.
Así solo me encargo de elegir qué modelo de gafa me apetece más, siendo la azul más perfecta para el monte y hacer deporte al aire libre, la marrón más de ciudad y la negra… ¡me la ha robado mi chico y le queda de maravilla! Para muestra, una foto.

Alé, gafas polarizadas everywhere y ¡a disfrutar!
¡Un beso!
Angela Saiz Alonso